Los libros sapienciales y poéticos, desde Job hasta el Cantar de los cantares, son una parte de la Biblia cristiana que podemos encontrar después del Pentateuco y los libros históricos. Los relatos emocionantes de Pentateuco y los libros históricos cuentan la historia del pueblo de Israel desde la creación del mundo hasta su asentamiento en la tierra de Canaán, su derrota en manos de las naciones extranjeras y su retorno del exilio en Babilonia. Los libros de la sabiduría y la poesía presentan una literatura completamente diferente comparada a la que presentan estas narrativas (véase el artículo «Géneros literarios en la Biblia»). Los libros de esta sección contienen piezas ejemplares de la poesía hebrea, caracterizada por la repetición de palabras y frases (paralelismo) y por los patrones de ritmo. Mientras que algunos de estos libros caen en la categoría de escrituras «sapienciales» (incluyendo a Job, Eclesiastés y Proverbios), otros son colecciones de poemas de amor (Canción de canciones) u oraciones y canciones de adoración (Salmos).

Libros de la sabiduría

Los escritos sapienciales exploran preguntas importantes sobre la vida y dan consejos para la vida práctica, especialmente sobre cómo convivir con los demás. Pero estas escrituras dejan bien claro que la verdadera sabiduría es un don que «viene del Señor», quien aconseja a todo aquel que obedece la ley de Dios. Estos versículos resumen dos importantes perspectivas sobre la sabiduría en las escrituras hebreas. En primer lugar, la verdadera sabiduría viene de Dios (Pr 2:6-7). En segundo lugar, Dios ofrece la sabiduría y la guía para la vida cotidiana (Pr 6:23). El autor del Salmo 1 dice lo siguiente:

«Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni va por el camino de los pecadores,
ni hace causa común con los que se burlan de Dios,
sino que pone su amor en la ley del Señor
y en ella medita noche y día».
(Sal 1:1-2)

La historia de Job se centra en la pregunta, «¿por qué sufren las personas inocentes?» Job es un hombre fiel que sufre la pérdida de su familia, de su casa y de su riqueza. En su tristeza y desesperación pide respuestas, y Dios responde. Eclesiastés se centra en la búsqueda del significado en la vida. El autor pregunta por qué los seres humanos deben trabajar, y se interroga acerca de la verdadera fuente de la felicidad. Los últimos versos del libro vuelven al tema común de los escritos sapienciales: «Honra a Dios y cumple sus mandamientos, porque eso es el todo del hombre» (Ecle 12:13).

El libro de Proverbios celebra la sabiduría humana y la sabiduría que viene de la ley de Dios como el camino para encontrar una vida feliz y próspera. El libro está lleno de sabios refranes y de consejos con sentido común sobre cuestiones de la vida cotidiana, como la honestidad (11:1-3), el trabajo (12:24), la humildad (15:33; 16:18-19) y la generosidad (3:27-28). Algunas de estas palabras se dicen que vienen del rey Salomón (Pr 1:1; 10:1), pero otras provienen de personas de otras naciones (Pr 30:1; 31:1). Mientras que algunos proverbios pueden provenir de la época de Salomón, la colección llamada Proverbios probablemente incluye refranes coleccionados a lo largo de cinco siglos después a él.

Libros de poesía

Aunque muchos de los libros del Antiguo Testamento incluyen secciones de poesía, dos libros en esta sección se escribieron totalmente en forma poética. Cantar de los cantares es un bello ejemplo de la poesía hebrea. Originalmente escrito como un poema de amor para describir la alegría y la felicidad extrema de dos personas enamoradas. Es entendido en algunas tradiciones judías como una descripción del amor de Dios por Israel; y en algunas tradiciones cristianas, como una descripción del amor de Cristo por la iglesia.

Los Salmos reciben el nombre de la palabra griega psalmos, que significa «canción». Los cantos y oraciones encontrados en este libro fueron utilizados por el pueblo hebreo para expresar su relación con Dios. Abarcan toda una gama de emociones humanas, desde la alegría hasta la ira, de la esperanza a la desesperación. Algunos incluyen subtítulos afirmando que fueron escritos por David, y otros que fueron escritos por diversos poetas durante muchos siglos. Muchos de los salmos fueron escritos para ser usados en los servicios religiosos del grupo (salmos comunitarios), mientras que otros fueron escritos probablemente como oraciones privadas, pero también fueron utilizados en los servicios religiosos. Entre los salmos se incluyen canciones de alabanza al Dios creador; canciones de dolor y de ira; oraciones de confesión; oraciones de acción de gracias; himnos para celebrar la coronación de los reyes; y oraciones celebrando la ley y la sabiduría de Dios.