¿Por qué el libro de Salmos es especial?

El libro de Salmos es el más extenso de la Biblia. Se considera especial porque contiene cantos de alabanzas, oraciones pidiendo ayuda y poemas que expresan confianza en Dios. El libro de Salmos expresa todos y cada uno de los sentimientos humanos: tristeza y alegría, duda y confianza, dolor y consuelo, desesperanza y esperanza, ira y contentamiento, deseo de venganza y voluntad de perdón. Como son modelos de oración y alabanza, los salmos invitan a que los lectores sostengan un diálogo honesto con el Señor acerca de sus vidas.

¿Por qué se escribió el libro de Salmos?

Las principales ideas de la Biblia están contenidas en el libro de Salmos: alabanza, gratitud, fe, esperanza, tristeza por el pecado, la fidelidad y ayuda de Dios. Los salmos fueron recolectados para uso del culto y entonces Salmos se convirtió en un libro de cantos, de culto, un libro de oración usado por primera vez en el templo de Jerusalén, después en reuniones judías (sinagogas) y luego en las iglesias cristianas. Además de ser utilizados para la devoción publica y privada, Salmos es también leído y estudiado por muchas personas que quieren aprender a vivir como fieles creyentes del único Dios verdadero, creador y protector del universo y quien se preocupa profundamente en todos los aspectos por la vida humana.

¿Cuál es la historia del libro de Salmos?

Salmos tomó su forma actual a través de un largo periodo, que duró cientos de años. Algunos provienen de los primeros días de la historia de Israel, mientras que otros fueron escritos después del exilio en Babilonia. Setenta y siete salmos mencionan en sus títulos al rey David de Israel como su autor (gobernó entre los años 1010 y 970 a. C). David pudo haber escrito muchos de ellos, pero otros fueron creados tiempo después. La persona que los reunió puso el nombre de David en el título de muchos salmos como un homenaje. Los títulos de trece salmos mencionan un aspecto de la vida de David (véase por ejemplo salmo 3). David es presentado como el ejemplo de confianza en el Señor en tiempo de dificultad. Esto estaba destinado a ayudar a las personas que estaban atravesando por situaciones similares en sus vidas y de esta forma las ayudaban a confiar en Dios.

Salmos se divide tradicionalmente en cinco libros. El salmo 89 es el último del tercer libro y narra el acuerdo hecho por Dios a David de que sus descendientes gobernarían siempre a Israel (89:1-39); la última parte del salmo describe la ira de Dios y cómo se termina dicho acuerdo (89:38-51). Por esta razón, muchos académicos sugieren que los tres primeros libros de Salmos se pudieron haber escrito en respuesta a la destrucción de Jerusalén y su templo en el año 586 a. C., el exilio de los israelitas fuera de su tierra y la desaparición del linaje davídico. El libro cuarto parece responder a esta situación de crisis anunciando que Dios es el verdadero rey de Israel y de todo el mundo (véanse los salmos 93 al 99). Es notorio que el salmo 90, el primer salmo del cuarto libro, tiene como título: «Oración de Moisés, el hombre de Dios», ya que fue Moisés el líder del pueblo antes de que hubiera rey o tierra o templo.

Se dice que los otros salmos fueron escritos por diferentes personas, como Asaf (Salmo 50) o los hijos de Coré (Salmo 42). Otros contienen instrucciones musicales (12; 22; 67; 76) o indican cuándo y cómo se debe usar dicho salmo (38; 92; 120-134).

Jesús utilizó Salmos en su predicación y enseñanza y a menudo los autores del Nuevo Testamento los citaron. Un versículo del salmo 118, por ejemplo, es citado seis veces en el Nuevo Testamento.

¿Cuál es la estructura del libro de Salmos?

Ya que Salmos es una colección de ciento cincuenta salmos distintos incluyendo canciones, oraciones y poemas, puede parecer que no contiene una estructura significativa; sin embargo, el libro comprende una serie de pequeñas colecciones. Cada una de ellas termina con un versículo similar que incluye un «amén» (41:13; 72:19; 89:52 y 106:48). Esta división de cinco libros tenía como objetivo recordarle al pueblo los cinco libros de Moisés, el Pentateuco (Génesis–Deuteronomio) especialmente para enseñarles sobre Dios y cómo seguirlo.

Los cinco libros que proporcionan la estructura de los Salmos son:

• Libro I (1.1-43:13)
• Libro II (42:1-72:20)
• Libro III (73:1-89:52)
• Libro IV (90:1-106:48)
• Libro V (107:1-150:6)