¿Por qué la carta a los Filipenses es especial?

El apóstol Pablo escribió esta carta a los seguidores del Señor en Filipos cuando estaba en la cárcel de una ciudad de la que no menciona el nombre. A pesar de enfrentar tiempos difíciles, Pablo pide a los Filipenses mantenerse fieles a la buena nueva de Cristo que él les había predicado. (Hechos 16:12-40; Filipenses 4:15-17). Les recuerda a los Filipenses que deben padecer sufrimientos, tal y como él ha sufrido (1:29; 2:17, 18), pero que no se alarmen por ésto, ya que «Cristo da la fortaleza para enfrentar cualquier cosa» (4:13). Las importantes palabras de Pablo sobre la fe en esta breve carta han dado aliento a los cristianos desde que fue escrita.

¿Por qué se escribió la carta a los Filipenses?

Pablo quería agradecer a los Filipenses por ayudarlo con sus donativos y oraciones (1:5; 4:10-19) y contarles lo que le había ocurrido desde que fue detenido por los romanos. Pablo también tenía conocimiento de los problemas surgidos entre los seguidores de la Iglesia que él había organizado en Filipos tiempo atrás, ya que discutían sobre la necesidad que tenían los nuevos seguidores de Jesús de obedecer o no la ley de Moisés (3:2-11).

¿Cuál es la historia de la carta a los Filipenses?

El autor de Hechos informa que Filipos fue la primera ciudad que Pablo visitó después de llegar a Europa suroriental desde Asia Menor (Hechos 16:11, 12). Filipos era una importante ciudad de Macedonia, situada en el extremo oriental de la carretera principal llamada la vía Egnatia, utilizada por los comerciantes y el ejército romano para llevar mercancías y suministros entre la parte oriental del Imperio y Roma, la ciudad capital en el oeste. Filipos recibió su nombre de Filipo II, el padre de Alejandro Magno. Filipo construyó la ciudad como una fortaleza y la nombró capital de su creciente reino en el siglo IV a. C.

Filipenses es considerada una de las cartas de prisión de Pablo (junto con Efesios, Colosenses y Filemón) porque, probablemente, fue escrita por Pablo desde la cárcel. No se sabe exactamente cuántas veces estuvo Pablo en la cárcel y en cuántos lugares diferentes. Hechos, sin embargo, dice que Pablo estuvo encarcelado en Éfeso (Hechos 19:1-21) y Cesarea (Hechos 24:24-26:32) y bajo arresto domiciliario en Roma (Hechos 28: 11-30). Pablo pudo haber escrito Filipenses desde una de estas ciudades o desde otra ciudad en el Mediterráneo Oriental, donde existían estaciones de la guardia romana (1:13).

¿Cuál es la estructura de la carta a los Filipenses?

Pablo comienza su carta con la forma cristiana del saludo tradicional en la escritura formal de cartas griegas y concluye con una despedida (4:21-23). Como en muchas de sus cartas, la introducción es seguida por oraciones de agradecimiento sobre las personas a las cuales escribe. En el resto, Pablo presenta noticias acerca de su situación actual, ofrece consejos y aliento a los cristianos de Filipos y expresa su agradecimiento por la ayuda proporcionada en el pasado.

Filipenses puede ser dividida de la siguiente manera:

Pablo saluda y da gracias por los Filipenses (1:1-11)

Pablo comienza con un saludo formal, utilizado a menudo en la escritura de cartas griegas y, como en muchas de sus cartas, continúa con una oración de acción de gracias por aquellos a quienes escribe.

Vivir para Cristo, el humilde siervo de Dios (1:12-2:18)

Aunque Pablo estaba en la cárcel, continua compartiendo la buena nueva de Cristo. Ya estuviera vivo o muerto o sufriendo, estaría con Cristo. Luego anima a los cristianos de Filipos a enfrentar el sufrimiento con la misma esperanza. Les recuerda a los destinatarios de su carta que Jesús fue un siervo y los anima a seguir el ejemplo de Cristo y a vivir como «estrellas» en el mundo.

Aliento y Consejo (2:19-4:9)

Pablo informa a los cristianos de Filipos que va a enviar a dos amigos de confianza, Timoteo y Epafrodito, para darles ánimo y les advierte no seguir a personas que insisten en que los nuevos seguidores deben cumplir la ley de Moisés. Utiliza su propia vida como ejemplo para demostrar que la fe en Cristo es lo más importante y para animarles a vivir como hijos de Dios.

Palabras finales de agradecimiento y despedida (4:10-23)

Pablo ora para que Dios se encargue de las necesidades de los cristianos en Filipos, de la misma manera en que Dios cuidó de sus necesidades en el pasado.